Madre Tierra es el sueño de libertad que, mediante el cine y el libro busca generar diálogos atemporales y descubrimientos fantasmales. Creemos que el saber es una interpretación infinita dada a cualquier expresión artística, y que esta pequeña librería aspira como la revista Mother Earth lanzada en 1906 por Emma Goldman, a emanciparnos de la oficialidad y la hegemonía, ahogándonos en la diversión de una danza en comunidad.

La imagen

Madre Tierra florece de un sueño estudiantil y un amor distanciado en el tiempo. En 1906 Emma Goldman publica el primer volumen de Mother Earth junto a Max Barginski. En su portada, un grabado de Adán y Eva tras romper las cadenas de un Dios todopoderoso, desmedido y autoritario. Una serpiente que se arrastra como castigo divino, atacada por el desprecio a la libertad protagoniza por su ausencia. Cuando pensé la imagen de Madre Tierra, auspiciado por la curiosidad maligna de un ser marginado, la serpiente ahogo mis pensamientos. Aquel ser transformado en serpiente representa las palabras e imágenes de la claridad de Eva para tomar la decisión de comer del fruto prohibido, del conocimiento oculto y del privilegio del poder. 

Esta serpiente carga un libro, como amor al despertar material del saber que Emma despertó en mi cuando tenía 18 años. Viviendo mi vida, su autobiografía es hoy mi libro más preciado, y está pequeña causa perdida, el intento de una librería, es una forma de expandir nuestra libertad. Madre Tierra es más que libros, es cine y fotografía, discursos y narrativas que permiten comprender nuestra historia danzando en las emociones del amor y el arte.

El cine

La capacidad de entender el cine como una herramienta pedagógica, de construcción de memoria y de comunicación colectiva permite que desde la auto organización se empiece a generar una historia propia, ajena a los absolutos de la oficialidad. Las comunidades indígenas empiezan a narrarse, a construir una identidad que puede verse reflejada en el «noticiero de las comunidades indígenas» (1994), realizado por el ex-militante del movimiento armado Quintín Lame, Daniel Piñacué (aborigen Nasa); quien mediante documentos fílmicos brinda espacios de conversación a los miembros de la comunidad y los intercambia en una red integrada por varias comunidades, donde el saber se vuelve divergente y alcanza su madurez cuando se vuelve un «bien colectivo».

Durante 1992, año de la «celebración» del falaz y embustero descubrimiento de América, Martha Rodríguez con el apoyo de la UNESCO, imparte el «taller de transferencia de medios audiovisuales», donde comparte un primer acercamiento del hacer audiovisual a varias comunidades aborígenes del país, con el objetivo de que, desde las entrañas del colectivo, nazcan voces capaces de expresar su propia historia e interpretar las situaciones políticas y económicas que se desarrollan alrededor de ellos.

Homo pedagogicus, homo photographicus, homo amante de la imagen en movimiento hasta hoy. Los documentales de Marta Rodríguez, Gabriela Samper y Gloria Triana son puntos de partida de mi amor por la memoria visual. Nuestro catálogo pone el cine y la fotografía en la materialidad del libro para profundizar en la infinidad de discursos que poseemos como nación.

Pensamos en formar un Cineclub donde dialoguemos acerca del hacer cinematográfico desde el autor y desde la obra en sí en distintas zona de la ciudad, descentralizando las actividades culturales y construyendo el rizoma de esta librería. 

El páramo

Pensar en naturaleza cuando hablamos de Madre Tierra, es instantáneo. Es la revista de Emma, como regalo de otro tiempo, el que inspira su crear. Sin embargo, sería injusto no darle al páramo, tan común en los diálogos de hoy, parte de esa influencia para tomar la decisión. A Cam por mostrarme los saberes de la botánica y sentir el amor de un aire frío.

El páramo: una flauta de viento que golpea la vegetación. La neblina que abraza las hojas frescas y secas, la humedad reciclada por texturas velludas. La paciencia con la que crece, la transparencia de su agua, el equilibrio que comparte entre sus partes, una necesidad mutualista donde uno necesita del otro para el desarrollo. Aire tierno que acaricia la mejilla de la constancia y la vida.

Aquí, buscamos componer un rizoma de ecología y botánica, desde la investigación hasta la expresión artística que se inspira en la naturaleza. Desde autores académicos, artistas y estudiantes que ven en el libro o fanzine un soporte plástico para formar diálogos alrededor de la Madre Tierra.

Diego.